jueves, 1 de octubre de 2009

DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA; INTRODUCCION.




En esta pagina pretendemos de multiples maneras mostrar a la comunidad las caracteristicas de de una problematica que afecta de multiples maneras la integridad de una sociedad. El desplazamiento es un problema agudo que la sociedad viene sufriendo a partir de la violencia política que sufre el país desde las últimas décadas. Además se encuentra estrechamente relacionado con el control territorial de determinadas zonas por parte de los actores armados a través de la violencia. Por ello y a partir de la homogenización de la población que se encuentra en desacuerdo o con el proyecto dominante se ve una erradicación de todo tipo de oposición. El proceso de multiplicación de los actores armados es debido en parte a la impunidad y al clima de intolerancia lo que originan que las manifestaciones de violencia sean cada vez más complejas.

Entre los hechos que siguen motivando el desplazamiento se encuentran, las amenazas directas que hacen los actores armados a una persona o a una comunidad para desalojar la zona. “la principal características de las amenazas es, según los propios desplazados, que casi siempre se cumplen, por lo que la única alternativa es salir”, desde este punto de vista es inevitable pensar en juzgar muchas de estas personas cuando nosotros no nos encontramos amenazados de esta manera. Otro de los factores según las investigaciones es que en el momento de tomar decisiones la salida forzada es el miedo. Simplemente el temor a esa violencia que arrebata vida de muchas de las personas de familiares que se ven relacionados con los migrantes.

“la violencia niega nuestra condición humana, la posibilidad de ser sujeto de acción y decisión. Cuando las personas son obligadas a desplazarse por la acción de la violencia, se le esta negando al individuo, a la familia a todo un colectivo su condición de ser y su dignidad humana”. Revista éxodo N3.pag 26.

DESARROLLO HUMANO SOSTENIBLE

PIRAMIDE POBLACIONAL GENEROS COLOMBIA DESPLAZAMIENTO


Género: De acuerdo a la literatura, el desplazamiento forzado tiene también un patrón de género. Por una parte las experiencias del desplazamiento afectan de diferente modo a hombres y mujeres, tanto sicológica como económicamente (Meertens y Segura-Escobar, 1996: 171-175). En este sentido, Ibáñez y Vélez (2003a: 13-14) enuncian que de acuerdo a datos de la RSS, en el año 2001 las mujeres representaron el 49% de la población desplazada. De acuerdo a la ECH, en promedio de los años 2001 a 2006 las mujeres desplazadas han representado aproximadamente la misma cifra, siendo en el año 2001 algo más del 42% de la población desplazada. Esto resulta particularmente interesante dado que tanto los estudios basados en muestras de comunidades desplazadas como nuestro ejercicio con la ECH muestran un patrón de género que no se asemeja al patrón demográfico de la población total.
Adicionalmente, de acuerdo a Ibáñez y Moya (2006: 19), las oportunidades de empleo para las mujeres desplazadas se caracterizan por ser de baja remuneración, por lo que resultan insuficientes para el sostenimiento del núcleo familiar. Nuestros resultados, en particular aquellos generados para el periodo 2001-2003 muestran que las mujeres desplazadas tuvieron un ingreso promedio de $178.539, mientras que los hombres desplazados ganaron en promedio $204.745 y los hombres nativos $282.089; en Silva y Guataquí (2006) realizamos análisis más sofisticados de la descomposición del ingreso salarial, llegando a conclusiones similares con una metodología más sofisticada.

PRINCIPALES ZONAS DE DESPLAZAMIENTO

EDAD GENERAL DEL DESPLAZAMIENTO


Edad: Un elemento particular del desplazamiento es su aparente patrón etáreo. Según la RSS para el 2001 casi la mitad de los desplazados eran menores de 18 años, de acuerdo a la ECH, para este mismo año, ellos representaban el 36% de los migrantes por orden público y para el 2005 el 41% de esta población. Adicionalmente, Amnistía Internacional y la Conferencia Episcopal estimaron que la mayor parte de la población desplazada se encontraba por debajo de los 25 años (Ibáñez y Vélez, 2003a: 13-16); de acuerdo a la ECH del 2001 al 2005 los hogares con menores de 15 años representaron alrededor del 80%. Podemos afirmar que tanto las principales fuentes de información para el desplazamiento como la ECH identificaron que este fenómeno vulnera más a la población infantil.
Por otra parte, Ibáñez y Vélez (2003a: 13-16) enuncian que la asistencia educativa para los niños desplazados es levemente inferior (6% menor) en contraste con los nativos; este resultado es similar a lo encontrado en la ECH, dado que se identifica que para el periodo 2001-2005 los menores desplazados en condición de inasistencia escolar superaban en 7% a los niños nativos que no asistían a la escuela. En el mismo estudio, identifican que esta brecha se profundiza en las edades de 12 a 17 años probablemente debido a la necesidad de vincular a menores al mercado laboral como urgente alternativa de generación de ingresos; de acuerdo a la ECH se encontró que en el año 2001 el diferencial de asistencia escolar secundaria implicaba que un 5,5% menos de los niños desplazados con respecto a los nativos, accedieron a educación secundaria.
Por otro lado, al igual que para el estudio realizado por Neira (2004: 16) acerca de los desplazados en el municipio de Soacha, en la ECH la edad promedio del Jefe del Hogar desplazado para el periodo 2001-2006 es ligeramente menor a la de otro tipo de hogares (46 años para hogares nativos, 44 años en hogares desplazados).
Igualmente, Ibáñez y Querubin (2004: 26) encuentran que el grueso de la población desplazada se encuentra entre los rangos de 0 a 17 años y de 65 años o más, es decir en edades de alta dependencia económica. Así, al igual que para dicho estudio, en la ECH los hogares desplazados se componen de aproximadamente 4,7 miembros, de los cuales aproximadamente 2,1 eran menores de 14 años, y 3,4 se encontraban entre 14 y 60 años, 2,5 para dichos autores

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL DESPLAZAMIENTO







Algunas consideraciones acerca de los sistemas de información del desplazamiento forzado en Colombia

De acuerdo al informe sobre migración forzada del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) de los años 2006 y 2007, Colombia padecía el mayor problema de desplazamiento interno forzado entre los países del Hemisferio Occidental, superado a nivel mundial sólo por Sudán. Sorprendentemente, si bien las dimensiones dramáticas de esta crisis humanitaria son ampliamente aceptadas, la dimensión cuantitativa (el número total de personas desplazadas) no ha alcanzado un relativo consenso técnico.

Entre los factores que explican la falta de consenso técnico sobre la dimensión del desplazamiento, están la diversidad de sistemas de información, lo cual puede estar explicado a su vez por factores como la complejidad y la dificultad de la recolección de información básica, las prioridades institucionales, y la cobertura geográfica. Los siguientes son los diferentes sistemas de información sobre el desplazamiento existentes en Colombia (1):

  • El sistema de información de Acción Social (anteriormente conocida como Red de Solidaridad Social (RSS) basado en el Registro Nacional de Población Desplazada y el Sistema Único de Registro (SUR) (2).
  • El Sistema de Información de Población Desplazada por la Violencia (RUT) de la Sección de Migración de la Conferencia Episcopal Colombiana (3).
  • El Sistema de Registro de Servicios Prestados, del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) (4).
  • El Sistema de Información sobre Derechos Humanos y Desplazamiento Forzado (SISDHES) de la Consultoría en Derechos Humanos y Desplazamiento (COD- HES).

El primer lustro del siglo XXI ha mostrado patrones convergentes y divergentes en cuanto a los sistemas de información sobre desplazamiento forzado en Colombia. Así, en cuanto a las cifras acerca de la magnitud del desplazamiento, a pesar de que las dos principales fuentes estadísticas en este campo, que son la Red de Solidaridad Social y el CODHES, han mostrado un incremento del fenómeno del desplazamiento forzado, existen divergencias entre los niveles que exhiben (Ibáñez y Vélez, 2003a: 3; Ibáñez y Querubín, 2004: 6).

Es así como mientras que el CODHES estimó que en el 2000 se desplazaron forzosamente 317.000 personas, así como 341.925 personas en el 2001 y para Noviembre de 2002 se contabilizaron 2.135.682 personas; por otra parte, la Red de Solidaridad Social estimó niveles de desplazamiento del orden de casi 320.000 personas entre el 2000 y 2001, un poco más de 190.000 en el 2001 y para Noviembre de 2002 calcularon 926.201 personas desplazadas (González, 2002: 58-59; Ibáñez y Querubin, 2004: 6).

Al problema de incompatibilidad de los sistemas de información, se le suma que los sistemas estadísticos demográficos oficiales agregados dado su diseño estructural muestral, normalmente no permiten abordar el análisis de patologías sociales acerca del desplazamiento forzado.

Es por esto que para el desarrollo de este artículo hemos optado por asumir un enfoque pragmático para abordar el análisis de la problemática del desplazamiento utilizando la información del Módulo de Migración de la Encuesta Continua de Hogares (ECH). Esta información es utilizada dado que genera datos continuos acerca de los flujos migratorios, que permiten arrojar contrastes continuos y sistemáticos del perfil del migrante voluntario y del desplazado durante el primer lustro del siglo XXI, los cuales deberán ser evaluados y empalmados en el futuro con la actual Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), constituyéndose así en otra herramienta de información para contrastar el perfil de los desplazados.

Entonces, el propósito de este artículo es profundizar en las características de la población desplazada, de forma tal que se evalúe el nivel de representatividad que nuestra propuesta tiene, una vez es comparada con los perfiles socioeconómicos que han encontrado otros estudios con distintas fuentes de información. Para esto, realizaremos la caracterización del perfil del migrante, con base a los determinantes de la decisión de migrar (su carácter involuntario o voluntario), que se concentra principalmente en las modalidades de migración económica o desplazamiento forzado.

Así, dado que el cuestionario del modulo de migración de la ECH pregunta por diferentes razones de migración y una de las opciones de respuesta es “Debido al orden público”, hemos asumido dicha respuesta como variable instrumental de la migración involuntaria y por ende del desplazamiento forzado. De aquí en adelante el lector debe entender que hemos caracterizado al migrante involuntario/forzado como aquel migrante interno que atribuyó su migración a razones relacionadas con el orden público.

Esta diferenciación es importante, porque si bien el desplazamiento forzado puede considerarse un fenómeno aleatorio cuya incidencia geográfica no parece tener un patrón demográficamente definido, sí se ha revelado que su ocurrencia afecta de modo particular a ciertos individuos y comunidades.


DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA: DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA

DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA: DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA

DESPLAZAMIENTO FORZADO EN EL GOBIERNO DE URIBE

917.525 colombianos desplazados durante la administración Uribe, son nuevos indigentes.
Ahora bien, ¿qué relación hay entre pobreza y desplazamiento? Es sencillo. La población desplazada es una población que es convertida en pobre -yo diría más bien en indigente- por la fuerza fatídica de las armas de las fuerzas militares-narcoparamilitares, con el fin de ‘secarle el agua al pez’ y de expoliar a los campesinos e indígenas de sus tierras y apropiarse ellos de ellas.
El desplazamiento forzado ha sido una constante en las políticas de las diferentes administraciones oligárquicas y oligárquico-mafiosas. Ya en la administración de Belisario Betancur se registran 63.000 desplazados internos, 360.000 durante el gobierno de Virgilio Barco Vargas, 297.000 durante la administración de César Gaviria Trujillo, 835.000 durante la administración de Ernesto Samper Pizano, y 1’359.853 durante la de Andrés Pastrana, que nos arroja un acumulado de 2’914.853 desde 1985 a 2002 (Cifras compiladas por CODHES).
Durante la administración oligárquico-mafiosa de Álvaro Uribe Vélez fueron desplazadas 207.607 personas en 2003, 287.581 en 2004, 310.237 en 2005 y 112.099 en el primer trimestre de 2006, para un total de 917.524 colombianos desplazados durante esta administración y un acumulado histórico total de 3’832.377 desplazados internos desde 1985 al primer trimestre de 2006.
Como ya hemos dicho, el desplazado es convertido por la fuerza de las armas asesinas de las fuerzas militares-narcoparamilitares, de un momento a otro, de pequeño propietario a indigente. Al ser desplazados los campesinos e indígenas sólo se llevan lo que tienen puesto, si acaso una maleta con ropa, y pierden casas, tierras, ganados y enseres. Al ser desplazados se le resta casi un millón de habitantes a la población rural, en condiciones de no pobreza, y se le suma igual cifra a los pobres de las ciudades. O sea que durante la administración de Uribe Vélez llegaron casi un millón de nuevos pobres a la ciudad, y ya serían 14’002.272 persones en condición de pobreza e indigencia en las cabeceras municipales.

FUENTE: http://www.antimilitaristas.org/article.php3?id_article=2796

Niños desplazados por violencia:


"Es la violencia temprana, la violencia que espanta, el terror acumulado en conciencias frágiles que crecen con el recuerdo de la muerte y la huida apresurada, es el drama de los niños desplazados... "
La mayoría de los desplazados por la violencia en Colombia son menores de 18 años, es decir, niños y jóvenes inmersos en la prolongada tragedia del desarraigo forzado por decisión de los señores de la guerra y de la muerte.
Pequeños seres humanos que acumulan desde muy temprano la experiencia del dolor compartido, de la tierra abandonada, del sufrimiento urbano, del hambre que se vuelve costumbre, de culturas desconocidas, de nostalgias reprimidas, de los seres queridos ultimados, de recuerdos que vibran en silencio.
Semillas de futuros inciertos, pequeños hombres y mujeres nacidos y criados en las zonas de guerra, niños obligados a obedecer el lenguaje de las armas que vieron disparar antes del éxodo forzado.
Niños en la mira de los ejércitos de hombres que quieren perpetuar la guerra para sumar más combatientes a los enfrentamientos del absurdo.
Esperanzas de la patria reunidos en barrios subnormales, con la violencia del recuerdo en sus frágiles conciencias y con la realidad del sufrimiento de la supervivencia urbana. Niños desplazados, una realidad que va más allá de las frías estadísticas que a veces ayudan a entender que la sensibilidad también hace parte del lenguaje de la esperanza.
FUENTE: http://www.derechos.org/nizkor/colombia/desplazados/jov.html

¿Considera que el gobierno actual a implementado reales estrategias para la disminucion de esta problematica?